Contralora Lierman Visita Negocios Hispanos de Wheaton

La contralora de Maryland, Brooke Lierman, se detuvo en un restaurante mexicano salvadoreño, una joyería y un taller de reparación de automóviles el viernes durante un recorrido por Wheaton para conocer el estado de los negocios allí.

“Creo que las pequeñas empresas son realmente el corazón de nuestra economía y tienen la mayoría de los puestos de trabajo en nuestro estado”, dijo Lierman.

La contralora estuvo acompañada por Luisa Cardona, directora del Centro de Servicios Regionales: Mid-County, quien a su vez le sirvió de traductora en su visita a negocios hispanos.

Después de reunirse con su personal en la sucursal de Wheaton, Lierman se detuvo en el restaurante Los Cobanos en Grandview Avenue. Mercedes Rodríguez ha sido propietaria del restaurante durante 25 años, y vino de El Salvador, donde nunca asistió a la escuela.

Rodríguez acredita su arduo trabajo y la asistencia del Centro de Desarrollo Económico Latino (LEDC) para ayudar a que su restaurante floreciera, especialmente durante la pandemia, y cuando el condado de Montgomery construyó la nueva sede de su departamento de recreación al otro lado de la calle. La construcción durante ese tiempo perjudicó su negocio, dijo.

Cuando Lierman, quien creció en el condado de Montgomery y ahora vive en la ciudad de Baltimore, preguntó qué era lo mejor que había servido, Rodríguez sonrió y respondió: “Todo”.

El siguiente en el recorrido fue el negocio cercano Triangle Jewelers and Repairs, cuyo propietario, Mario Perla, quien también nació en El Salvador, ha operado durante 16 años. Cuando se le preguntó acerca de su negocio, Perla respondió: “Sabes, tenemos altibajos”, y agregó: “LEDC nos mantiene en marcha”.

Su tercera y última parada fue en Kings Auto Care en Reedie Drive, cuyo propietario, Robert King, ha operado durante cuatro años. El negocio allí es “excelente. Se recuperó después de COVID”, dijo. El pequeño taller de reparación tiene capacidad para seis automóviles, donde operan King y otro empleado.

En cada parada, Lierman se describió a sí misma como la recaudadora de impuestos del estado y explicó cómo la oficina del contralor podría ayudar.

Después de reunirse con los dueños de los negocios, Lierman pasó alrededor de una hora con miembros del concejo del condado, donde todos prometieron mantenerse en estrecho contacto.

Su oficina necesita modernizarse, les dijo a los concejales. El sistema de procesamiento de impuestos “es más antiguo que yo”, agregó.

Llamó a su oficina de Wheaton la más ocupada de las 11 oficinas en el estado.

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