Cada mes, una oficina en Rockville recibe alrededor de 3.000 llamadas y otros 1.000 mensajes de texto y chat de personas en angustia mental o de un ser querido tratando de ayudar.
El centro de llamadas 988, una línea directa de prevención de crisis y suicidio, cuenta con 65 consejeros entrenados que a veces simplemente platican con alguien. Otras veces se esfuerzan por calmar a la persona. Aproximadamente el 3% de las veces, el consejero pide ayuda de emergencia para evitar que alguien se haga daño.
El personal del centro responde a llamadas de residentes del condado de Montgomery y también a llamadas al 988 de todo el país.
Las personas que llaman varían desde menores de 10 años hasta adultos mayores, aunque aquellos en el grupo de 24 años o menos tienden a comunicarse a través de mensajes de texto y chat, mientras que las personas mayores usan sus teléfonos.
“Queremos que la gente sepa que estamos aquí, no sólo cuando esté en crisis, sino en cualquier momento”, explicó Leah Schwartz, directora de servicios de asesoramiento. El objetivo es simplemente ayudar, escuchar y no necesariamente dar consejos.
Toda la información es confidencial a menos que la persona del centro de llamadas crea que alguien este en peligro inminente.
El representante estadounidense David Trone recorrió el centro de llamadas el martes y luego realizo una mesa redonda con la subsecretaria del Departamento de Trabajo de EE. UU., Lisa Gómez, sobre las mejores formas de manejar la recuperación del lugar de trabajo.
“Tanta gente están sufriendo más mentalmente que físicamente”, pero no sienten que puedan hablar de ello, dijo Gómez durante la mesa redonda, que se llevó al cabo en Everymind en Twinbrook.
También participaron en la mesa redonda Emily Keller, Secretaria Especial para la Respuesta a los Opioides, la Oficina de Respuesta a los Opioides de Maryland, y más de una docena de personas que trabajan para el estado de Maryland o el condado de Montgomery.
